Pensamiento.

El mensajero de signos y planetas, hace ademanes con las estrellas. Miro el cielo y, ocultandome de la luz oscura de la noche, pienso en amarte sin tregua.
Con delirio, empapo mi alma de ti, recubierta solo con el velo ingrato del tiempo. El deseo hecho voz suena a lo lejos, muda insolencia convertida en brisa.
Y de pronto, mi corazon, alquimista insensato, se agita trepidante y obsceno, ansioso de tenerte, con ganas de gozar de ti. Es entonces, cuando deseo ser dueña de un tiempo ilimitado para amarte sin limites.


Un abrazo cariñoso. alessia.