La esclavitud ni es tan buena, ni es tan mala, si digo ser Tu esclava, no te marches, si te espanto con ello, no te alejes y menos, si te asusta, no me abandones, porque prefiero estar en Tus manos que en las de la maldita tormenta....
Las luces y las sombras que nos acompañan,
los secretos con los que convivimos,
las miradas furtivas,
los relojes de arena que marcan Tu tiempo,
todos y cada uno de Tus deseos y pensamientos,
forman un paraíso único,
donde ser libre,
es posible...