martes, 14 de agosto de 2012

Eika, la pequeña geisha.



La tarde caia con suavidad, los ultimos rayos de sol, todavia se dibujaban entre las hojas del jardin.
El no tardaria en llegar; habian anunciado su pronto regreso y ella debia prepararse como era la costumbre. Hacia apenas unos dias que se habia enterado de que llegaba el momento de servir, sabia de la importancia de hacerlo bien, pero no sabia si seria una buena geisha para su Señor.
Hacia poco tiempo que era suya , apenas habia tenido tiempo de conocerle, las guerras y las continuas luchas le habian mantenido lejos de la corte.
Temblaba mientras pensaba en ese momento; empezo a bañarse y con la mirada absorta chapoteaba despacio el agua transparente ; en unos minutos salio y se seco bien . Se perfumo y comenzo a mirar absorta la imagen que reflejaba el espejo , peinandose despacio y recogiendo su pelo largo con unas delicadas mariposas. Despues, cubrio su cuerpo con el quimono mas preciado para ella, de blanco saten y bordados de pajaros de plata.
Ensimismada en sus pensamientos, no oyo los cascos de los caballos y en apenas unos segundos, volvio a la realidad.
La sombra del Guerrero se dibujo a traves de los finos biombos. Eika, se arrodillo y bajo su rostro para recibirle, su corazon latia apunto de salirse de su pecho prieto.
Podia adivinar un cuerpo fuerte y robusto puesto que su mirada, solo alcanzaba a ver las botas del Samurai , sucias por el polvo de tantos caminos y batallas. Noto el tacto del guante aspero en la mejilla, El, alzo su barbilla para mirarla a los ojos, ojos de miedo a lo desconocido y a la vez , de anhelo por la entrega. La alzo despacio clavando sus ojos marrones en ella ,con unos ojos acentuados por oscuras ojeras por el sueño y tanto cansancio. Le indico que queria bañarse.
Eika llamo a dos sirvientas para que prepararan el baño, agua tibia, para calmar tanto cansancio y aceites para quitar el olor a muerte y destruccion.
El Guerrero Samurai, se sento mientras su pequeña geisha le quitaba las botas, arrodillada ante El y sin osar levantar sus ojos del color de las almendras. Despues, poco a poco, le fue quitando la ropa hasta que se quedo desnudo del todo ante ella. Se sumergio en el agua y cerro los ojos.....
Las sirvientas se retiraron y Eika, quedo a las espaldas de su Señor; masajeaba sus sienes, acaricio los hombros ejerciendo una suave y a la vez intensa presion mientras notaba en ella un nerviosismo en las manos al tocar aquella ruda piel curtida y aquel cuerpo tenso .
El Samurai abrio los ojos y la llamo por su nombre, Eika, ponte de pie ahora....
Se levanto y quedo de pie frente a El, que la recorria de arriba abajo con una media sonrisa; sueltate el pelo, le ordeno con voz segura, y ella comenzo a adivinar que podria ser lo siguiente.Al soltar las mariposas, una cascada de ondas del color de los castaños cuando los baña el sol de mediodia, cayeron sobre sus hombros hasta cubrir la mitad de la sedosa espalda.
Obedecia sin mas, sin saber que hacer, sin moverse, finjiendo que sabia como servir. Quitate el quimono pequeña, la voz del Guerrero sono menos brusca....ahora mi Señor? pregunto con la voz tremula. Ahora Eika; ella solto las cintas que sujetaban la fina tela a su cuerpo y el blanco saten se hizo uno con su fina piel.




El contraste del color del cabello con la piel de ella dejaron ante El , una belleza de geisha como nunca antes habia tenido en sus manos. Enjaboname....Eika se acerco despacio, desnuda y con el pelo, cubriendo casi ,unas mejillas sonrosadas por el miedo. Le froto la espalda, el pecho, los brazos , mientras El, la observaba sonriendo y el aroma de los aceites perfumados inundaban la estancia. De pronto , el Guerrero se levanto y salio de la bañera con paso decidido ordenandole que le secara bien . Eika salio y, presurosa ,
cogio unas mullidas y blancas toallas que estaban alli bien  dispuestas.
Le iba secando mientras se rozaba, adivinaba cada rincon y eso la hacia estremecer, la hacian sentirse deseosa de su Señor; destensaba cada musculo con destreza cuando El se tumbo boca abajo en la cama y ella preparaba los aceites que calmarian la piel endurecida .
Despacio y con mucho cuidado, se sento a horcajadas sobre el cuerpo de su Dueño . El culo prieto y duro del Guerrero sintio la humedad  calida del sexo de Eika que se abria sobre El. Los aromas de los delicados aceites se esparcian por la estancia y los sentidos de ambos se impregnaban de sandalo, almizcle y perfumes florales  y amaderados.
El Samurai se dio la vuelta disponiendo a Eika debajo de El , notando su temblor y sus latidos , y contemplando satisfecho el movimiento de sus pechos que se movian por la agitada respiracion. Comenzo a besarla , a morder su cuello, a deslizarse hasta sus pezones que le desafiaban con su dureza y su color rosado . Le levanto los brazos sujetandola de las muñecas, inmovilizandola para El, para usarla y disfrutarla sin limites . Le ordeno que abriera las piernas pero la pequeña geisha apenas se movio. El con delicadeza y a la vez con determinacion, se las separo y sus dedos rozaron la prieta y diminuta cueva , que humeda, invitaba a ser penetrada . Sabia que estaba dispuesta para El y la poseyo mientras oia los gemidos de su pequeña geisha presa de placer ...
Y asi, llego el amanecer, con  sus cuerpos sudorosos y calientes, entrelazados sobre las sabanas  de delicado lino. Eika, se acurruco en los brazos del Guerrero que la abrazo y cobijo, como si nada malo pudiera ocurrirle estando alli...

                                                                  alessia


Un abrazo cariñoso. alessia.

2 comentarios:

  1. Las geishas tienen un encanto especial. Tienen una forma de servir exquisita. Saludos

    ResponderEliminar