Querías mis alas,
y me despojé de ellas para entregártelas.
Querías mi comprensión ,
para ser tu pilar y tu atalaya,
y te sujeté en la tormenta.
Querías que te alimentara,
y te dí el pan y la sal.
Querías aire,
y te dí el viento más cálido.
Y, aunque no pediste mi alma,
te la ofrecí.
Me encadené a Tí. con hierros invisibles y sagrados.
No es necesario que me pidas nada,
soy Tuya......
constanza
Un abrazo cariñoso. constanza
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