lunes, 10 de septiembre de 2012

Carla atada. Relato de LordOrmm



Llevo a Carla con las manos atadas, por la casa con los ojos vendados. Le había hecho subir las escaleras y paro delante de la habitación, que siempre mantenía cerrada. Con excesiva parsimonia para el gusto de Carla El había abierto los cerrojos, muy antiguos y sonoros, al mover las llaves dentro, para que la puerta cediese su paso.

Carla toda sensibilidad y audición, escuchaba los cracccccc racccccccc con que se abrían, y ella pensó que El disfrutaba al percibir su vello, erizado… Lentamente la puerta de abrió, de cuyos goznes, sonaron dos pequeños chirridos, pensó que a su Amo le gustaban aquellos detalles...

El recorrió con la vista la pequeña habitación, fijándose en los detalles de su vida que en esta resaltaban, posiblemente una pequeña vida recolectada una a una con esfuerzos grandes o pequeños y todos ellos puestos a la vista. Sus paredes que El mismo había chapado de piedra artificial envejecida, daban un aspecto lúgubre y elegante a la habitación. La habitación no tenía ventanas, solamente tenia como iluminación en los cuatro extremos unos candelabros antiguos que compro en el rastro, que iluminaban la sala con esta luz artificial, de castillo medieval. En el techo había dispuesto dos puntos de luz, ocultos, que daban una iluminación, regulable, muy oportuna en determinados momentos; En el techo también había dispuesto cuatro pequeñas vigas de madera, con argollas y artilugios para poder suspender un cuerpo sin problemas de estas. Eran muy prácticas las argollas y sumamente fáciles de instalar, en su conjunto daba a la sala ese aspecto que a el tanto le gustaba.

Habían sido las argollas, pintadas de negro, sus primeros artilugios en la sala recordaba cuando llevo a Carla con las manos atadas, con una cuerda de seis milímetros de grosor por la casa con los ojos vendados
No aparto la vista de la cara de la muchacha, de sus expresiones y le gusto mucho ver, como el miedo se apoderaba de ella, ante la incertidumbre de lo que podría esconder la habitación. La hizo entrar dándole un pequeño empujón, en la parte baja de la espalda, mientras con la voz firme, le decía:

-        Pasa pequeña…

Ella titubeando camino delante de El, acompañada de su mano en su espalda que la empujaba firmemente hacia dentro. Luego no oyó mas ruido, que los goznes de la puerta que se cerraban y por ultimo, los chirridos del los cerrojos, con que el, había revestido la puerta.

Sin soltar la cuerda de su propiedad en ningún momento, camino dos pasos o tres por la pequeña sala. Se subió a una pequeña escalera de cuatro escalones, a modo de cuña taburete en su parte superior y paso el extremo de la cuerda por la argolla central y dando dos firmes tirones la cuerda se tenso y los brazos de carla, con ella quedaron extendidos y tensos , atados por las muñecas mirando al techo.

El con tranquilidad ato el extremo de la cuerda , a una argolla de la pared y ya con las manos libres, se quedo contemplando su obra.

-        Magnifica y hermosa como siempre Carla. Murmuro.
-        Gracias Mi Amo susurro débilmente ella.

Carla estaba atada en el centro de la sala, con los brazos extendidos, el pelo suelto y revuelto y esa vestimenta de niña pija y puta, que solía vestir y que a la par de elegante, le provocaba una pequeña excitación en su entrepierna. Sonrió al verla, y sin pronunciar palabra, se agacho y paso una correa por un tobillo, y otra correa por el otro tobillo. Rozo con suavidad las medias negras de su esclava y cedió a la tentación, de subir gemelos arriba, por la cara interior de sus piernas hasta, donde nacía la escasa tela de su pequeña falda mientras carla suspiraba fatigosamente el, subió los dedos por los muslos, hasta topar con fuerza con el estorbo de su falda, subiéndola ligeramente cuesta arriba.

Ato dos cuerdas a las argollas de las correas de los tobillos y las tenso para mantener a Carla, con las piernas bien abiertas en la sala.
-        Cariño te presento, le dijo… Sonriendo a …
-        Carla se movió fatigosamente, pero estaba atada, con el cuerpo tensado , los ojos vendados y solamente atino a murmurar un : Por favor mi Amo…
-        Cariño, no pasa nada, la tranquilizo… Solamente te quería presentar mi pequeño tesoro…
-        ¿Su pequeño tesoro? Le interrumpió…
-        El, soltó un gruñido de desaprobación y con el dorso de la mano, le dio una bofetada. ¿No te he enseñado a no interrumpirme? Le dijo con voz firme y tranquila.
-        Si mi Amo. Discúlpeme, estoy muy nerviosa y me impaciente… le pido humildemente perdón.
-        Comprendo cariño mío, comprendo… sonrió… lo que quería decirte , es que te quería presentar mi pequeño tesoro, esta habitación; que yo sin demasiadas pretensiones, le llamo, Mazmorra.
-        Si, mi Señor, murmuro carla que ya empezaba a sentir la molestia de tener los brazos extendidos y tensos.
-        Si, aquí hay un gran pedazo de mi vida; casi todo lo que ves… Ahhhhhh perdona  no ves…y con un rápido movimiento, retiro la venda de sus ojos.
-        Ante carla se dibujo un mundo oscuro, lleno de sombras y escasas luces, con artilugios, en sus paredes. Ella con la vista clavada en la puerta de madera, observo a derecha e izquierda. En la derecha una gran silla. Estilo medieval con correas, en las patas delanteras, para poder atar los tobillos de la esclava y en los reposamanos, otras dos correas para atar las muñecas de la esclava… a la izquierda… un cepo de pie.. un artilugio, donde habían tres agujeros.. uno mas grande y dos pequeños, que se suspendía en el aire, por una viga de madera y que acaba en un trípode de tres patas, que le daba el equilibrio necesario..  en la pared, suspendidos y ordenados, habían colgados flogs de varios tamaños y tipos de cuero, fustas, esposas, varas. Se sintió confusa y mal, al ver todo aquel material de tortura que celosamente guardaba su Amo, en la mazmorra, pensó que muy acertado el nombre. Era su mazmorra, su sitio de juegos y hoy por primera vez, su Amo la había visto preparada para poder presentársela. Se sintió orgullosa de estar ahí. Y a la vez asustada, no sentía ningún morbo especial al ver aquellos instrumentos, al estar ahí atada se sintió asustada de lo que había y podía ver en su interior. Su Amo, de manera concienzuda, había trabajado duro, para hacerse con todos aquellos juguetes de vicio y placer, donde seguramente torturaba a sus propiedades. Carla se sintió rara viendo todo aquello y su pensamiento divagaba entre la confianza que su Amo le daba y el miedo que sentía a poder ser sometida, sin escapatoria alguna a este hombre.
-        Carla no oía nada, de nada.. silencio absoluto, solamente podía oír los latidos de su corazón, que corría de prisa y galopaba; a la vez, al ver a su Amo de nuevo, sintió la confianza nacer de ella otra vez verlo ante ella, elegantemente vestido con su chaqueta negra de traje y camisa blanca, aunque de manera un poco informal, con los ojos clavados en los de ella y devorándola con la mirada…
-        Un chasquido la saco de sus pensamientos.. y sintio el impacto de las colas del flog en sus nalgas zasssssssssssssssss, una y otra vez..  Ayyyyyyyyyyyyyy grito. Su Amo se estaba divirtiendo azotando sus nalgas con delicadeza y paciencia.. por encima de la diminuta faldita de zorra que se había puesto, para seducirle… El cambio la posición y ella, no lo veía ya, giraba la cabeza todo lo posible… pero no podía verlo con claridad, solo sentía el repicar incansable del flog en su culo que empezaba a picarle con fuerza a cada impacto.
-        El murmuraba obscenidades claramente audibles entre chasquido y chasquido… y se detuvo mirándola desde atrás… se acerco a ella y abrazándola por detrás hundió su boca en el perfume de su pelo y de la tierna piel de su cuello, besándola suavemente. Con toda la deliberación del mundo, se había pegado a su culo, y ella podía sentir, el falo duro entre sus nalgas y el perfume de El, que la embriagaba…
-        El deslizo su mano por su estomago plano, bajando por su falda y luego bruscamente subió arañando su piel, haciendo enrollarse la faldita en su cintura como un maldito cinturón, sobando su coño mojado se sorprendió al verse así, mojada y tan puta para el, tan deseosa.
-        Sintió como los dedos de su Amo se enroscaban en su tanguita lo movían, tiraban de el hacia arriba y abajo. Por ultimo complacidos rozaban su carnosa cueva, su flor tierna y coronada para las caricias y el sexo. Se mojo mas y deseo tener los dedos de El dentro; su polla dentro de ella…

    
                   


  Un abrazo cariñoso.alessia.             

4 comentarios:

  1. Me gusta la descripcion de la mazmorra. Me gustan sus relatos y es un placer poder leerlos de vez en cuando. No deje de hacerlos. Saludos

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  2. Y el final? Espero poder leer pronto algo mas. Un saludo

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  3. Carla existe? o es un personaje? .....

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  4. Me gusta su forma erotica de escribir. Saludos

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