martes, 22 de octubre de 2013

Gor. La primera vez.




Desperté a sus pies en el alba Goreana. Puse mis manos sobre sus tobillos suavemente para que no se supiera sujeto. Besé sus pies con toda mi delicadeza, sintiendo el aire entre mis labios para que no se supiera besado. No quería que se enojase porque una esclava le hubiese despertado. Luego, me tendí a su lado llena de júbilo y feliz. Me incorporé de medio cuerpo sobre mi estómago, mis pechos libres ante El, para ver mejor al hombre que me había poseído. Fui suya durante toda la noche. En el interior del muslo izquierdo, de un pardo rojizo, ahora ya seca, quedó un hilo de sangre, mi sangre de virgen, que ya nunca más volvería a manar de mi cuerpo. El, como parte de un rito ancestral, me obligó a probarla, la tomo en la punta de un dedo y la introdujo en mi boca, haciendo que entrase en mi propio cuerpo la consecuencia de su victoria, de mi violación, de mi desfloramiento, al tiempo que sujetaba firmemente la cabeza para mirarlo mientras tragaba. Nunca olvidaré su sabor, ni el modo tranquilo y seguro que tuvo de mirarme, como Amo.
Luego, a pesar de que mi cuerpo se estaba aun recuperando de su primer asalto, volvió a gozar de mi vulnerable y fresca suavidad.
No me tuvo ninguna consideración, puesto que era una esclava. me apreté contra El, amándole. Mucho obtuvo de aquella muchacha esa noche.
Me mostré obediente y excitada, a pesar de mi herida, sabiendo muy bien que si no lo hacía así, seria cruelmente castigada. Fui muy feliz sirviendo de esa forma, completamente en sus manos, a su merced.
Ninguna mujer que no haya sido poseída , poseída de verdad, no conoce el gozo de ser una esclava......



                                                                                           Mundo Gor









Un abrazo cariñoso. constanza

No hay comentarios:

Publicar un comentario